Cambia el mundo: ¡una copa menstrual a la vez!

Tener el período no siempre es fácil. Dolor menstrual, calambres, cambios de humor y hormonas en un lío. Pero no importa cómo nos sintamos, siempre tenemos acceso a la protección sanitaria. En otras partes del mundo la situación se ve muy diferente y está lejos de la que tenemos aquí. No siempre hay protección menstrual disponible, y si la hay, son las toallas higiénicas que son muy caras. Debido a la situación económica, son muy pocas las mujeres, si es que alguna, que tienen la opción de usar toallas sanitarias durante todo el período. Son simplemente demasiado caros. Por lo tanto, muchas mujeres se ven obligadas a usar hojas, pasto, pedazos de tela, trapos viejos o pedazos de colchones, cualquier cosa que esté a la mano. El riesgo de infección es alto y las fugas muchas.

En los países en desarrollo, en África, entre otros, los mitos en torno a la menstruación son numerosos y el tabú es increíblemente excesivo. Debido a la falta de protección menstrual, muchas niñas se ven obligadas a quedarse en casa y no ir a la escuela durante su período. Estar en casa una semana al mes suma fácilmente hasta una cuarta parte de su educación total, ¡simplemente porque están menstruando! Para muchas de las niñas se hace difícil completar su educación, han perdido muchos de sus conocimientos básicos. Para sobrevivir, estas niñas se ven obligadas a casarse a una edad demasiado temprana y, dada la escasez de anticonceptivos, darán a luz niños. Una realidad aterradora.

Una de las primeras y más importantes razones por las que comenzamos nuestra propia producción de copas menstruales para poder marcar la diferencia para estas mujeres. Subvencionamos nuestros vasos para que puedan ser comprados por organizaciones o personas que quieran marcar la diferencia. También puede comprar una taza para donar al próximo proyecto en nuestra lista.
En este momento, todas nuestras copas de donación van a Care Mahila, un proyecto dirigido por la partera Lisa Gårdlund para menstrautors en Nepal. Su próximo viaje allí será en marzo de 2020. Para leer más sobre el proyecto, consulte su página de Facebook: Care Mahila.

Sin embargo, cuando ayudamos donando nuestros vasos a diferentes proyectos, tenemos algunas demandas. Queremos que las niñas se eduquen sobre sus períodos y sus derechos, queremos fotos e información sobre el proceso también. Ya que los mitos que abundan sobre la menstruación son tantos no es posible enviar 1000 copas menstruales y creer que has hecho algo bueno, porque el problema va mucho más allá. Por lo tanto, requerimos educación para las mujeres que obtienen una de nuestras copas menstruales. Muchas veces, las mujeres de estos países ni siquiera saben por qué están menstruando, qué es o cómo manejarlo. En la mayoría de las áreas, una mujer que está menstruando se considera sucia, y durante la semana que está menstruando no puede tocar a nadie y, por lo tanto, tiene que quedarse sola en una choza separada de su familia. También se cree que las chicas que usan copa menstrual podrían perder la virginidad, lo cual es absolutamente impensable ante un potencial futuro matrimonio. Es un gran problema y, lamentablemente, en muchos países tiene que ver con el bajo valor de las mujeres.

Se necesita mucho más que copas menstruales para mejorar la situación de las mujeres en los países en desarrollo. Por supuesto, respondemos preguntas y tratamos de ayudar en todo lo que podemos, pero son quienes realmente viajan, para educar a las mujeres, ¡las verdaderas estrellas! Hasta el momento, tenemos varios proyectos exitosos en Senegal, Gambia, Kenia, Nepal, Tanzania y Uganda, solo por mencionar algunos.
Es tremendamente asombroso poder marcar la diferencia, y si solo una mujer se queda en la escuela, ¡estamos extremadamente agradecidas!